El Juan Rulfo como una carrera al revés


Empiezo por pedir perdón. Esta puede ser la última entrada del año, y todas las anteriores han procurado ser balanceadas. Incluso cuando un texto no me ha gustado en general, he buscado señalar aspectos puntuales que se destaquen. No tengo ese propósito con esta entrada.

El problema es que con “El metro llano” no pude encontrar suficientes elementos para construir un comentario balanceado. De hecho, mi principal motivación para leerlo hasta el final fue la curiosidad por encontrar los méritos que lo llevaron a ganar el Concurso Juan Rulfo 2009, en la modalidad de cuento. (La notificación de los resultados del premio está aquí; una novedad este año es que RFI publicó los textos ganadores, y “El metro llano” está aquí).

El cuento es sobre una carrera de un metro donde el ganador es el que llegue de último. Ésta, debo admitirlo, es una buena idea. Sin embargo, es con la ejecución que guardo mis reservas. Por ejemplo, el cuento pretende ser cómico, pero lo hace con un lenguaje alambicado y esforzado que honestamente no me convenció. La caracterización es nula; las premisas, inverosímiles. Además, la redacción deja mucho que desear: el texto nos recibe con un error de ortografía en la primera frase (maquina, en vez de máquina); este tipo de anomalías no nos abandonan a lo largo del cuento, incluso con un echo por hecho hacia el final.

Cuando lo terminé, quedé con dudas sobre los méritos que llevaron al cuento a ser escogido ganador. En otras oportunidades había señalado ciertas objeciones con algunos cuentos ganadores del Juan Rulfo: “Pesadilla en el hipotálamo” me había parecido particularmente débil, pero creo que “El metro llano” ahora lidera la carrera. Quiero aclarar que ni he mencionado el nombre del autor porque no lo conozco: puede que se trate de un ser humano excepcional y que tenga el próximo Gravity’s Rainbow en su escritorio. Sólo me estoy refiriendo a este cuento, que en verdad me dejó extrañado. No obstante, un proceso de revisión más sereno podría producir un texto bastante más fuerte con base en una idea que --repito-- es buena.

Pasando a otros asuntos, han sido meses muy ocupados, en los que he tenido que dejar el blog desatendido. Veremos qué nos depara el próximo año. En todo caso, felicidades en esta época.


ACTUALIZACIÓN: En los comentarios he planteado con más calma los criterios a partir de los cuales he emitido esta opinión. No obstante, como lo he dicho varias veces en otras entradas, esta es sólo una opinión. Pretendo dar siempre razones para mis apreciaciones, pero eso no las exime de la subjetividad ni mucho menos. Le agradezco al autor por su participación y por su mesura; además --como lo he dicho en los comentarios-- lo felicito y le deseo un excelente futuro en las letras.

Comments

  1. Federico:

    Antes que nada le agradezco su determinación y tiempo dedicado a la lectura. Sobre los errores ortográficos, debo decir que la gente de RFI subió una versión primitiva y sin corregir del cuento, en la que hay aún más errores de los que usted menciona. De todos modos no es excusa, hay fallas ortográficas graves.
    Sobre el resto de su argumentación, creo que la búsqueda de “valor” que usted pretende realizar es absolutamente difusa. No creo que su noción de valor esté absolutamente afinada con la del resto de los posibles lectores, es más, posiblemente nadie tenga una misma noción de “valor”. Tal vez usted se refiere a la originalidad, a la coherencia interna, a los argumentos que lo pueden hacer verosímil o no, a algún tipo de comparación u oposición con otra obra existente, o a cualquier otra característica que usted cree “valorable”, si fuese así, sería enriquecedor para Mi conocer sus fundamentos, porque, sinceramente, y humildemente, no coincido con una lectura que busque “valores” (a secas) en un cuento. Mi intención no es hacer relucir algún tipo de valor, solo pretendo contar una historia. Creo que la búsqueda de "valores" es un vicio derivado de la necesidad de cotizarlo todo para salir a vender, para obtener "posicionamiento" dentro de algún tipo de mercado. También existe la posibilidad de que sea yo quien no tiene en claro cuales son los valores en literatura.
    El cuento no pretende nada, usted supone que el cuento pretende algo (como ser gracioso). El cuento es un mecanismo en el que hay fichas que solo puede colocar el lector (como en la mayoría de los cuentos). Y por lo que veo sus fichas apuntan a creerlo un intento de chiste, bueno, son su fichas señor. El lenguaje alambicado tiene que ver con el contexto cientificista, es aceptable que a usted le moleste, pero solo leo una opinión sin detalles. Sobre la verosimilitud en la narrativa se puede hablar muchísimo, pero, otra vez, usted solo se remite a describir al cuento como inverosímil, sin explayarse ni un poco, así, la crítica es solo declamación.
    Respecto a la proclamación del cuento como ganador y los motivos de elección del jurado, creo que no me atañe opinar. Por mi parte siento gratitud por haber sido elegido entre tantos y me enorgullece el detalle de que soy un absoluto desconocido.
    Finalmente, quiero expresarle mi conformidad con el tenor de su opinión, con aristas muy discutibles a mi entender, pero respetuosa (sin caer en argumentos contra la persona) Creo que la existencia de la crítica es absolutamente necesaria y me resulta útil para continuar progresando.
    Lo saludo atentamente.

    Mariano Pereyra Esteban

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  2. Hola, Mariano:

    Antes que nada, felicitaciones. Te felicito por haberte ganado un premio que goza de mucho prestigio en las letras hispanas. Te merecés una sincera felicitación por haber sido escogido tras un arduo proceso de selección. Nada de lo que haya dicho o diga ahora debe empañar eso, y de verdad espero que podás usar la oportunidad para hacer despegar una carrera literaria prometedora (ojalá con todo y un Gravity’s Rainbow bajo el brazo, como dije en la entrada del blog).

    Tenés todo el derecho a controvertir mi opinión sobre tu cuento. De hecho, te agradezco lo respetuoso que has sido al presentar tu oposición. Con respecto a la redacción, es una lástima que RFI haya publicado un borrador del cuento; ese tipo de errores generalmente distraen a los lectores.

    Ahora, sí creo que el cuento pretendía ser humorístico, tanto como pretendía ser artificioso en el lenguaje. Creo que cualquiera que lea el cuento estaría de acuerdo con que está escrito en un registro humorístico; cuando dije que el texto pretendía ser gracioso, me refería a eso. Las razones para lo segundo (para el lenguaje alambicado) las explicaste en tu comentario al apuntar hacia el contexto científico de la competencia. Y es verdad que ese contexto explica el lenguaje que utilizaste. Pero creo que es una instancia de lo que se llama la falacia mimética; en palabras de Eagleton, esta falacia ocurre cuando los autores “intentan justificar el hecho de que sus obras sean desorganizadas o […] aburridoras diciendo que se tratan precisamente del desorden o del aburrimiento” (How to Read a Poem, p. 112). Creo que pudiste haber escrito un texto grácil y ágil, aunque estuviera poblado con científicos gruñones y agrios (un solo ejemplo de esto: Saturday, de McEwan, que destella con un lenguaje lírico y poderoso, si bien el narrador es un neurocirujano… y a pesar de ello, el texto no parece inverosímil, excepto tal vez para una amiga cirujana que lo leyó).

    En últimas, tenés toda la razón sobre algo que señalaste: yo no hablo por todos los lectores de tu cuento. Ni mucho menos pretendo hacerlo. Ya podrás verlo en este blog, en el que he propuesto varios análisis literarios desde nada distinto a mi perspectiva. Tal vez donde formulé más claramente mi posición frente a esa subjetividad fue al inicio de una breve reseña que publicaron en HermanoCerdo: “No es fácil decidir si un libro es realmente bueno, y es sencillamente ingenuo pensar que cualquier decisión sobre la calidad de un libro, aunque venga de Harold Bloom o de Jonathan Culler, será válida para otras personas o para otras épocas. Por muy razonada que sea mi decisión, es posible que me haya gustado un libro sobre —no sé— Nueva Orleans, porque me trae gratos recuerdos de cuando viví en Nueva Orleans, mientras al resto de la gente le parece insoportable. Y nada garantiza que lo que más aprecio en la literatura (unas descripciones muy bien construidas, por ejemplo, o un uso suculento y sorpresivo del lenguaje) siga siendo considerado un criterio sensato de juicio dentro de unos años”.

    (cont.)

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  3. Pero si me limitara a responderte con eso, en realidad no te habría respondido. ¿Qué considero valioso en la literatura (y hablo por mí, no por la literatura en general)? Como lo dije en la cita anterior, me gusta un lenguaje fresco y contundente. Esto es más fácil reconocerlo que definirlo. En una entrada señalé algunas fallas con el uso de las símiles en un libro de cuentos. Las repeticiones descuidadas o las construcciones torpes las he objetado varias veces, entre ellas aquí y aquí. Cuando el lenguaje se infla hasta convertirse en un lirismo injustificable, tampoco me declaro satisfecho.

    En la entrada a la que me acabo de referir, señalé tres defectos en un libro de cuentos (al presentarlos, dije que eran defectos “A mi juicio (subrayo esto) […]”). Otra de estas fallas que mostré fue algo que llamé la glosa, es decir, una tendencia frecuente a comentar en exceso los eventos de un cuento, lo que equivale a fijarles un bozal que les impide desenvolverse bien. También critiqué ciertas fallas en la narración, algo que podríamos enfocar más al hablar de fallas en la trama. Me gustan las tramas que se le puedan contar a otra persona. Una trama demasiado predecible puede tornarse simplista, como en “The Lottery”. Me parece bueno poder crear un cuento a partir de la cotidianidad, pero eso se puede volver autocomplaciente, y he celebrado la trama agreste de un cuento reciente. No obstante, también he dicho que las reglas sobre la trama son precarias y que parte del encanto de Lorrie Moore es hacer cuentos geniales sin acatar las supuestas reglas firmes sobre una “buena” trama. El exotismo gratuito de mucha literatura reciente también me parece objetable, pero un texto como “Felix Starro” maneja ese elemento muy bien.

    En fin. No te he señalado la fisonomía de la “buena literatura”; sería un ejercicio ingenuo de mi parte. Tan sólo he esbozado algunas de mis preferencias. Y a partir de ellas fue que presenté mi opinión sobre “El metro llano”, la opinión que mereció un comentario firme pero muy decente de tu parte. Nuevamente te extiendo mis felicitaciones por lo que lograste y te deseo un próspero futuro en las letras.

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  4. Cuando leí la entrada esperaba encontrarme de verdad con un mal cuento; más que por tu calificación, Federico, lo pensé porque, en mi experiencia evaluando manuscritos he encontrado con frecuencia que un autor con mala ortografía es, generalmente, un mal lector y rara vez --si es que alguna-- un mal lector es buen escritor. Pero luego de leer "El metro llano" sospecho, o quiero pensar, que fueron errores tipográficos a los que les faltó una revisión, porque me parece que el autor tiene, mínimo, talento y puede ser que también oficio.
    Ahora, al leer el comentario de Mariano aquí entiendo, de un lado, que quiera debatir sobre las calificaciones hechas a su obra, pero no me queda muy claro porqué todas esas características que desglosa no se pueden unificar en el simple término valor, que no es necesariamente lo mismo para Federico que para sus lectores (yo, una de ellas).
    En mi opinión es muy buen cuento. Yo no sé si fue el mejor que enviaron a la convocatoria, pero al menos yo, por ejemplo, lo aprobaría para publicación (por supuesto, en una versión corregida y editada); tiene fallas, claro, pero corregibles todas, algunas frases mal hechas o feas, le falta afinación en algunas descripciones... pero en general es un cuento bien planteado con un buen desarrollo y, aunque el autor diga que no era su pretención, yo sí le encontré la gracia. En todo caso, Mariano, mil felicitaciones por el premio.

    Y Federico, siempre es una delicia pasar por acá. Ojalá podás sacar tiempo para el blog el próximo año. Felices fiestas.

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  5. Te lo agradezco sinceramente. Tus opiniones son de una enorme ayuda, aunque no comparta muchas. Me gustó la cita de Terry Eagleton, aunque tengo razones para no sentirme abarcado en su descripción. Jamás justificaría a ninguna de mis obras. Creo que el "método de composición" es solo una genialidad mentirosa de Poe. En definitiva, puedo discutir sobre aspectos del cuento, pero jamás imponer una explicación. Sería grave tener que elaborar un meta - cuento sobre cada cuento. En fin, el cuento, expuesto, es propiedad del lector.

    Saludos

    Mariano

    PD: Extiendo mi saludo a Mónica. Mis distracciones ortográficas y de redacción generalmente son corregidas por procesos de corrección que me llevan mas tiempo que la elaboración del cuento. Suelo equivocarme mucho. Lamento mucho la versión subida, me pone muy incómodo. (Sin mencionar que figuran datos que no quiero exponer).

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  6. Mónica: Gracias por tu comentario. Creo que le gustó a Mariano y a mí también. Me pareció muy bueno que señalaras esos aspectos que yo no había podido encontrar.

    Es valioso lo que dijiste sobre la ortografía como un barómetro rápido de la calidad de un escrito (por vía del hábito de lectura del autor). Claro, uno a veces se lleva sorpresas. Recuerdo haber visto unos manuscritos de Yeats en los que rara vez atinaba con la ortografía de las palabras. Aunque el imperio de Word ayuda a corregir ciertos problemas, creo que es de gran ayuda para un escritor ser muy comprometido en el dominio de la redacción. (Éste no es un sustituto, pero no cae nada mal tener amigos que sepan del tema y que lean los escritos a conciencia). El afán es un aliado formidable de los errores de redacción, y eso fue lo que nos contó Mariano que en su caso había generado esos problemas.

    Teniendo en cuenta lo que dijiste, y luego de someterlo a un par de revisiones fuertes y sosegadas (que lo hagan más pulcro y más ágil), estoy de acuerdo con que "El metro llano" podría ser publicable. No sé si como punta de lanza en una antología, pero tal vez sí dentro de los demás cuentos de la antología.

    En todo caso, gracias por el comentario. En la medida en que continúe nutriendo el blog el próximo año, será muy bueno contar con tus observaciones.

    Mariano: Gracias por tu comentario y por tu nueva respuesta. Has hecho bien en evitar la tentación de componer un metacuento justificativo. Te reitero las felicitaciones.

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  7. El cuento es muy bueno. No hay que darle muchas vueltas al asunto.

    Hay una "especie de sensibilidad" que tenemos los lectores hacia las buenas obras, que merece algo de respeto y crédito. Es muy frecuente que los críticos se encarguen de medir y cuantificar "valores" en términos que, muchas veces, se encuentran muy apartados de la sensibilidad de un lector medio (en la Literatura, en el Cine, en las Artes en general).

    Yo soy un lector medio, y admiro el talento de quienes con una historia bien contada logran traspasar el papel. Celebro pues que "El metro llano" lo haya logrado. Y ojalá que el autor sepa valorar también miradas simples, llanas y poco eruditas como la mía.

    Es tan simple como eso. Saludos.

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  8. Santiago: La mirada del "lector medio" es muy valiosa. Así que creo que a M. Pereyra le caerá muy bien tu comentario. Hay escritores que escriben principalmente para otros escritores, pero admiro mucho a los que le llegan al que has llamado el lector medio.

    Ahora, discutir los textos literarios se trata precisamente de darle vueltas al asunto, así que creo que todo lector se reserva siempre ese derecho a decir, por cualquier cantidad de razones, por qué le gustó o no le gustó cierto texto. Ya di las razones para mi opinión, pero no por eso dejo de felicitar a Mariano por haber ganado. En todo caso, respeto plenamente tu opinión sobre el cuento.

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  9. Quisiera agregar que no conozco las bases del premio Juan Rulfo, pero supongo que se trata de un estímulo para nuevos escritores. Lo digo porque hay licencias que se le permiten a una persona con talento aunque sin experiencia pero que resultan imperdonables en un escritor profesional.
    Quise hacer la aclaración porque el cuento del que hablamos me parece muy bueno en el nivel de un escritor en formación y por eso supongo que ese fue el nivel en el que lo evaluó el jurado.
    En otras ocasiones he expresado mi desconfianza hacia premios que pueden resultar prematuros para un escritor que está en el proceso de aprender el oficio, porque puede pensar que el premio es una especie de graduación y no continuar avanzando.
    Mi comentario no pretende restarle el más mínimo mérito al logro de Mariano, el cuento me sigue gustando mucho pero me quedé pensando, Federico, porqué lo encontraste tan débil y creo que, además de los problemas de redacción que ya mencionamos (debidos a que la versión publicada no es la definitiva, como explicó el autor), es posible que hayás leído el mismo cuento que el jurado, pero desde otra perspectiva.

    PD. Federico, cuando hablás de "someterlo a un par de revisiones fuertes y sosegadas" ¿tenés en mente a Gordon Lish con el trabajo de Carver?

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  10. Mónica: Me parece sensata tu posición: sería un asunto de considerar las expectativas del jurado. Sin embargo, el Juan Rulfo es en principio una competencia que no se limita a los escritores en formación. En ese sentido, los cuentos deberían juzgarse como si fueran de escritores profesionales. Con frecuencia han premiado a escritores jóvenes y en formación (Mayra Santos, Edmundo Paz), pero no siempre (cuando se lo ganó Julio César Londoñó, no lo describiría de esa manera). Puede que exista, no obstante, un consenso entre los jurados de premiar cuentos que muestren talento y promesa, aunque el texto no esté del todo formado y maduro. Desde luego que cambiaría mi perspectiva si eso fuera así.

    He pensado si fui prematuro en el juicio negativo, pero me sostengo. Era un cuento al que le faltaba todavía más trabajo. El ejemplo que has traído a colación, el de Lish y Carver, es muy instructivo y muestra lo que debería pasar antes de que un cuento llegue a la versión impresa. (Hace poco leí que el célebre "Cathedral" de Carver pasó por cincuenta revisiones antes de ser publicado). Con un filtro como el de Lish, indudablemente "El metro llano" sería mucho más fuerte. Y el hecho de que hacía falta ese filtro (y en general una revisión más profunda) está en la esencia de mi crítica.

    A propósito, me gustó tu observación sobre el riesgo que representan ciertos premios.

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  11. Una pequeña aclaración. No he subido todos los comentarios posteriores, pero no es con un ánimo de censura, sino de mantener la discusión un poco más centrada. Santiago hizo unos comentarios enfáticos y a la vez apropiados, que provocaron algunas modificaciones en la entrada original. Creo que él no lo entendió así, pero esos cambios fueron una manera de reconocer la pertinencia de sus observaciones. Así que gracias. Él también señaló que alambicado era una palabra alambicada, y estoy de acuerdo: en efecto, era eso lo que quería resaltar.

    En fin. Fueron muy pertinentes los comentarios, y serán bienvenidos los del próximo año. Tengan todos unas felices fiestas.

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  12. Sinceramente, me interesaba montón leer el cuento después de haber leido acerca de la polémica en torno a él.
    Tengo que confesar que pasando por alto faltas de ortografía y otras cosas con las que ya sabía que me iba a encontrar, no ha despertado en mí la más mínima expectación. De hecho, he decidido no invertir el tiempo en terminarlo. De todas formas eso no significa nada: creo que cada letra tiene su lector y cada lector, su letra. Lo que sí me causa estupefacción es que a un concurso de estas características le pueda llegar un "borrador" del relato. Si yo me presento a concurso envío una versión revisada y ni de broma les dejo ver versiones anteriores.

    En España se están publicando cosas mediocres por falta de crítica, así que mis disculpas por la opinión, pero creo que cuando se expone un escrito, uno ha de estar abierto a felicitaciones y a críticas, sean cual sean.

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  13. El cuento es mediocre ...No para ganar un premio internacional ...Pero hay que recordar a Kipling :Both the success and the failure are impostors!

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  14. Si El metro llano ganó el Rulfo, creo que cualquier principiate lo hubiera podido ganar.

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